¿Qué es y para qué sirve la ética? Por Adela Cortina.

Es importante no dejar de abundar en la amplia connotación y las implicaciones prácticas de lo que abarca el significado de la ética y la moral, puesto que en el momento actual caracterizado por la licitación o impunidad frente a la más cruda de las violencias, del egoísmo y la indiferencia frente al sufrimiento ajeno; la necesidad de tener un respaldo verosímil que justifique cada uno de nuestros actos, y que nos exente de rebasar la finísima y cada vez más difuminada linea que hoy día separa lo justo de lo injusto, se vuelve imperiosa. Al menos es así, para quienes detentan la libertad suficiente para ser honestos consigo mismos. Y me refiero a esta imperiosa necesidad como justificación de este post, debido a la observación de una acción execrable mencionada por la ponente, y que ha escapado a mi apreciación del grado al que ha llegado la escisión de la especie humana, por la noción generalizada del egoísmo que advierto, y que me había impedido ver sus dos vertientes implicacionales. Las personas no solo se han vuelto indiferentes o incluso condescendientes frente a la injusticia que atormenta a sus congéneres, sino que también se han vuelto hostiles a la justicia, que premia a quienes lo merecen. Me refiero a la envidia. En un punto de la conferencia, Cortina habla de la falta de compasión, que debe entenderse como la capacidad de padecer con otros su alegría y su tristeza, y realmente me impresionó concebir la realidad sobre la dificultad aun superior que representa el alegrarse con y por alguien a quien le ha ido bien.

Antes de abordar las proposiciones de la conferencia; como ejercicio racional me interesa intentar dar luz acerca de lo que debemos entender cuando nos referimos a la ética y a la moral, siendo términos que en el uso corriente suelen tornarse ambiguos. Lo que diferencia a la Ética de la moral es la connotación que adquieren de su origen etimológico, así como la jerarquía epistemológica de los parámetros con los cuales juzgan el comportamiento humano. La definición clásica de la ética, y que sirve para hacer la diferenciación con la moral es su etimología que se deriva de dos acepciones griegas: êthos que significa «carácter» y ethos que significa «costumbre». De esta manera, tenemos que la ética es parte de la filosofía, y es el carácter adquirido por los individuos a través de la reflexión acerca de los principios y valores que rigen el comportamiento humano; y que orienta su actividad pragmática por principios y convicciones racionales. Mientras que la moral cuya etimología viene del latín moralis, cuyo significado es «aquello que se hace por costumbre»; y cuya acuñación se entiende en relación semántica con el ethos griego; se refiere al comportamiento humano resultante de las costumbres, hábitos y valoraciones, consensuados y legitimados por toda una sociedad. Es decir aquella actividad que se realiza convencionalmente, sin un juicio racional, sino por un juicio establecido como verdadero. En este sentido la moral se acerca más a la ética aristotélica que habla de virtudes, puesto que las virtudes se adquieren de los hábitos; de la repetición de actividades presupuestas como necesarias en la encomienda de hacer el bien; de manera que su juicio sirve para distinguir lo bueno de lo malo bajo los influjos de una ética predeterminada. Mientras que la ética, como conocimiento que condiciona el comportamiento humano a partir de principios y convicciones, busca encaminar los actos a un fin máximo, cuya única posibilidad depende de la construcción de un juicio individual que de luz acerca de lo que es justo e injusto, con el propósito de no obstruir la concreción de los fines de los demás individuos.

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